Finalmente ha llegado tan esperado Año Nuevo. Algunos de nosotros hemos entrado en el Año Nuevo con mucho ruido y vasos rotos, queriendo dejar muy claro que estamos listos para nuevos desafíos, mientras que otros fueron tímidos, susurrándole sus esperanzas y deseos, temiendo que pudieran asustarlo o ofenderlo.
Admitiéndolo o no, la víspera del Año Nuevo para todos nosotros representa una nueva esperanza, una oportunidad para restablecer todas las cosas malas que nos pasaron o que hicimos el año pasado. Es la oportunidad para un nuevo comienzo. A pesar de que no hay absolutamente ninguna diferencia entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, esa noche mágica nos transforma y nos cambia a todos. Hay una nueva emoción en el aire que nos da energía para cumplir nuestros deseos. Todos tenemos tantas decisiones y deseos y algunos están con nosotros durante tantos años que cada año son más grandes, y como más tiempo pasa parecen más difíciles o incluso imposibles de realizar.
Este año he deseado algo diferente. Es cierto que cuando tenemos más de treinta años, algún chip cambia en nuestras cabezas, y todas estas cosas materiales que antes siempre deseábamos se reemplazan por el deseo de salud, más tiempo con la familia y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos. Sí, cuando tenemos treinta años nos convertiremos en personas aburridas. Bromas aparte, en mi lista de deseos para este año es el deseo de viajar más, así como el deseo de comer más sano y correr un maratón.
Tengo que admitir que como cosas bastante extrañas y, a diferencia de la mayoría de la gente, no como verduras. Voy a volver a lo que he dicho antes-cuando tenemos 30, nos convertimos en personas aburridas y empezamos a ser mucho más atentos a lo que comemos. Así que ahora, intento engañar mi propio cuerpo y he encontrado mil y una manera de comer algunas de las verduras que nunca comería antes, como poner zanahorias o calabacín en una tarta, haciendo la base de pizza de coliflor o mezclar espinacas con mantequilla de almendras en un batido.
Finalmente ha llegado el momento de compartir con vosotros esta receta de mantequilla de almendras, esta perfección que durante los últimos dos meses ha sido una parte importante de mi vida y de la mayoría de mis recetas. A buscar los ingredientes y vamos a hacerla juntos!
MANTEQUILLA DE ALMENDRAS CREMOSA
Ingredientes:
- 1 taza de almendras
- 1 cucharadita de aceite de coco
- 2 cucharas de azúcar de coco
Instrucciones:
- Poner las almendras en una batidora o robot de cocina y molerlas hasta que se rompen y empieza a hacerse mantequilla.
- Añadir azúcar de coco y aceite de coco y volver a procesar hasta obtener mantequilla cremosa.
*Si hace falta, añadir un poco más de aceite de coco para que la mantequilla sea más cremosa y ajustar la cantidad de azúcar según su paladar.
- 1 taza de almendras
- 1 cucharadita de aceite de coco
- 2 cucharas de azúcar de coco
- Poner las almendras en una batidora o robot de cocina y molerlas hasta que se rompen y empieza a hacerse mantequilla
- Añadir azúcar de coco y aceite de coco y volver a procesar hasta obtener mantequilla cremosa.
- *Si hace falta, añadir un poco más de aceite de coco para que la mantequilla sea más cremosa y ajustar la cantidad de azúcar según su paladar.