París es una de las ciudades de las que nos enamoramos incluso antes de visitarlas. Probablemente todos habéis soñado, más que una vez, gracias a las fotos de sus pintorescos tejados y la Torre Eiffel al atardecer, con largos paseos por los Campos Elíseos, el olor de croissants recién horneados con café un domingo por la mañana o la barra de pan y queso brie y una copa de vino rojo delante de la torre Eiffel.
París es mi primer amor. Creo que no hay otra ciudad en este mundo donde volveré tantas veces. Su espíritu, su música en las calles, su olor a croissants, elegantes edificios y refinado estilo francés son algo que tenéis que sentir y experimentar. Tenéis que entregaros a su caos, su belleza y su luz y dejar que sean vuestros guías. Y cuando visitéis Paris una vez, estoy segura que volveréis algún día. Porque París tiene algo que otras ciudades no tienen. París es simplemente … París.
Vista de París
Patio del Museo del Louvre
Campos Elíseos
Vista del río Sena y la Torre Eiffel
Puente de Alejandro III y el río Sena
Bajo la Torre Eiffel
Hôtel de Ville
Obelisco egipcio en la plaza de la Concordia
Arco de Triunfo
Jardínes de Luxemburgo
Basílica del Sagrado Corazon en Montmartre
El muro de los “Te quiero” en Montmartre donde «Te quiero» está escrito en 300 idiomas
¿Necesitáis más razones para visitar la ciudad de la luz?