Niza es una de las ciudades que siempre he querido visitar. Espíritu italiano, mar de color azul claro, pintorescos restaurantes en las pequeñas plazas de estilo italiano, todos son sinónimos de esta bella ciudad en el sureste de Francia. ¿Conocéis esa sensación cuando imagináis una ciudad y, no importa la perfecta que parece en vuestra mente, en la realidad es mucho más bonita? Eso me pasó con Niza. Podemos imaginar una pequeña parte de la ciudad gracias a las fotos que vemos, pero el espíritu de una ciudad es algo que tenemos que sentir y vivir.
Mi viaje a Niza fue uno de los mejores viajes de mi vida. Todavía no encuentro palabras adecuadas para describirla. No hay muchas ciudades que he visitado y que considero buenas para vivir, pero Niza es una de ellas. Ni demasiado grande, ni demasiado pequeña, Niza es la ciudad en la costa del mar Mediterráneo, con clima templado y representa una mezcla de dos estilos que son, en mi opinión muy difícil de mezclar, el estilo relajado italiano y el estilo elegante francés .
La frontera entre las influencias francesas e italianas es el río Paillon. La parte de la ciudad en su orilla izquierda es de estilo italiano y la parte en su orilla derecha se hizo bajo la influencia francesa.
Siempre me ha gustado el estilo arquitectónico francés, pero, en mi opinión, la mayoría de las ciudades en Francia no son muy animadas. Tengo impresión que, después del trabajo, la gente se va directamente a su casa, y la ciudad se queda vacía, lo que puede ser bastante deprimente. Este no es el caso de Niza. Allí la gente sabe cómo disfrutar de la vida y pasar todos los días soleados en una de las playas y terrazas de los restaurantes que están llenos durante todo el año. Allí se siente la vida en el aire y su positividad y alegría os conquistarán.
Vista de Niza desde la fortaleza
Vista del puerto de Niza desde la fortaleza
Una de las playas de Niza
La plaza frente a la catedral de Niza, está llena de turistas
Jardín de Albert I
Plaza Masséna
El Paseo de los Ingleses
Fuente en la plaza Masséna