París es una de las ciudades de las que nos enamoramos incluso antes de visitarlas. Probablemente todos habéis soñado, más que una vez, gracias a las fotos de sus pintorescos tejados y la Torre Eiffel al atardecer, con largos paseos por los Campos Elíseos, el olor de croissants recién horneados con café un domingo por la mañana o la barra de pan y queso brie y una copa de vino rojo delante de la torre Eiffel. París es mi primer amor. Creo que no hay otra ciudad en este mundo donde volveré tantas veces. Su espíritu, su música en las calles,…