Tengo que admitir que en los últimos meses no he sido capaz de escribir ni motivarme y por eso no he sido tan activa en el blog como antes. No es que no quisiera escribir, al contrario, estaba soñando con los destinos lejanos y unos videos que montaré algún día, pero estos últimos meses tuve que hacer muchas decisiones importantes para mi vida y ahora escribo este post desde Holanda donde ahora vivo. Tenía tanto miedo de venir aquí y no sé ni por qué si este país es tan moderno y bonito, la gente muy maja y todo el mundo habla inglés. Ya he escrito antes sobre Holanda y como me gustó su arquitectura, sus casas decoradas con mucho gusto y una cantidad enorme de comida orgánica y ahora ya debería empezar a escribir sobre mi vida cotidiana aquí que podría ser curiosa e interesante para algunos de vosotros y quizás aprendáis algo nuevo sobre este país.
Ya hace diez días que estoy aquí y el fin de semana pasado fui a visitar una ciudad pequeña llamada Ruremunda en el suroeste, a solo 45 km de Eindhoven. Es una ciudad con una larga historia, en la confluencia del Roer con el Mosa que hoy en día parece más conocida por el outlet enorme de marcas llamado Mc Arthur Glen. Más de 200 tiendas están situadas en unas casitas antiguas muy bonitas y atraen cada día muchas personas, no solo de los países vecinos, pero también del mundo entero. Si, después de ir de compras, decidís visitar el centro de la ciudad, tenéis que visitar sus dos iglesias, la de San Cristóbal y Munsterkerk, la iglesia dedicada a la Virgen.
Esta ciudad pequeña es la destinación perfecta para pasar un sábado o domingo visitando a su centro o ir de compras. Si alguna vez pasáis por esta parte del país tenéis que visitar a Ruremunda, os dejará sorprendidos.