Quiero escribir sobre él, empiezo a escribir, luego me detengo, leo lo que he escrito y, insatisfecha con el resultado, lo borro todo. Escribo de nuevo, leo y lo borro… No estoy satisfecha porque me resulta difícil encontrar las palabras correctas para describir esa perfección que me ayudó tantas veces a luchar contra el estrés y la tristeza. Sí, estoy hablando de chocolate, como podéis imaginar. Hoy en día podemos elegir fácilmente qué comer y comprar y tenemos una gran variedad de opciones, pero las grandes empresas, para ganar más dinero, nos ofrecen productos producidos de una manera muy poco ética, causando el sufrimiento…