El tranvía número 28 se ha convertido en un verdadero símbolo de Lisboa. Incluso antes de que lo visité, había escuchado sobre el famoso tranvía de Lisboa, el tranvía de que tengo que sacar las fotos y que tengo que usar por lo menos una vez. Es curioso cómo algunos monumentos se convierten en símbolos de la ciudad, y cómo, a causa de la excesiva comercialización, una auténtica experiencia empieza a ser agotadora gracias al turismo de masas. Este es también el caso del tranvía número 28 de Lisboa.
Los pequeños tranvías amarillos que operan en esta ruta son muy bonitos y datan de los finales de los años 1920. El viaje sería muy agradable si no hubiera una fila enorme de turistas esperando en cada parada. Si queréis entrar en el tranvía, tenéis que esperar en la última parada para aseguraros que sois una de 30 personas que caben dentro. Como ya estáis adivinando, todos los turistas van desde la primera hasta la última parada.
Si tenéis suerte de entrar en el tranvía, seguramente vais a disfrutar del trayecto. Este tranvía os llevará por los históricos y pintorescos barrios de la ciudad, y podréis ver todo y sacar fotos de edificios cubiertos de azulejos gracias a la velocidad del tranvía y sus grandes ventanas abiertas.
En este vídeo, se puede ver una parte del recorrido desde el barrio de Chiado al Castillo de San Jorge. El filtro vintage encaja perfectamente con Lisboa y creo que esta canción aumenta aún más la experiencia autentica de esta ciudad.
